Las baterías de iones de litio que alimentan todo tipo de dispositivos móviles desde teléfonos a coches eléctricos, y que facilitan el aprovechamiento de energías renovables como la eólica y la solar, han sido reconocidas con el premio Nobel de Química de 2019.
El galardón se ha concedido al estadounidense John B. Goodenough (de la Universidad de Texas en Austin), al británico Stanley Whittingham (de la Universidad del Estado de Nueva York) y al japonés Akira Yoshino (dela Corporación Asahi Kasei y la Universidad Meijo en Japón). Reciben el premio “por el desarrollo de las baterías de iones de litio”, según el veredicto de la Real Academia de Ciencias Sueca.
Goodenough, nacido en 1922, se convierte a sus 97 años en la persona de más edad en recibir un premio Nobel.
Las baterías de iones de litio “son del mayor beneficio para la humanidad” tanto para las generaciones actuales como para las futuras, destaca la academia sueca en un comunicado en el que explica el premio.
Para las actuales, porque “han revolucionado nuestras vidas desde que se comercializaron por primera vez en 1991”. Hoy día se utilizan en todo el mundo para alimentar “los dispositivos electrónicos portátiles que utilizamos para comunicarnos, trabajar, estudiar, escuchar música y buscar conocimiento”.
Para las futuras, porque “pueden almacenar cantidades significativas de energía de origen eólico y solar” y porque “han hecho posible el desarrollo de coches eléctricos de larga autonomía”.
Fuente la vanguardia